El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

21 enero 2009

La decepción


Habrá decepcionado, sí. Nadie lo reconocerá, pero el discurso de ayer de Obama no cuadraba bien con quienes lo llevaban en andas como el último dios mortal de occidente. Habrá decepcionado porque en la víspera Obama ya se decía a sí mismo, como el nuevo César del imperio, ‘cuídate de los idus de enero’, que siempre han sido la adulación y la soberbia. Por eso quiso hacerse una fotografía terrenal, para aparecer en los periódicos del día con los puños de la camisa remangados y una brocha de pintura azul en las manos. Y luego, horas antes de la investidura, se fue a misa con su familia. Y llegada la hora, puso su mano sobre la Biblia. Y juró. Ni prometió ni dudó, juró el cargo de presidente.

Habrá decepcionado, sí, porque el sueño y el cambio que propugna Obama no es un eslogan, no es una frase para enmarcar; el cambio que ofrece es el regreso a los valores. La ‘era de la responsabilidad’ que proclama el nuevo presidente en su giro kennediano no tiene nada que ver con experimentos políticos. «Los retos son nuevos, pero no los valores que se necesitan para salir adelante: el trabajo duro y la honestidad, la valentía y el juego limpio, la tolerancia y la curiosidad, la lealtad y el patriotismo. Esas cosas son viejas; esas cosas son verdaderas».

Habrá decepcionado, sí. Pero ésa es la gran noticia, que Obama no entiende el progreso de la manera que se interpreta en Europa; que no entiende la izquierda de la forma que se aplica en España y en Andalucía, golpes de efecto y propaganda. Cuando el mundo entero lo miraba, cuando cientos de miles llenaban la explanada con pancartas y lágrimas, Obama no llegó con subvenciones, ni cheques regalo, ni cambió la realidad para convertir la crisis económica en sonrisas y optimismo. «Se han perdido casas y empleos y se han cerrado empresas...»

No envolvió el discurso con los tules de la sostenibilidad, el cambio climático y la paridad, ningún guiño a los discursos estériles, a los debates que no llevan a ninguna parte, a las promesas baldías. Ningún canto al universo limitado de intereses de la clase política, que se retroalimenta y se aleja de la realidad con problemas nuevos. ¿No es, acaso, toda esa quincalla un ejemplo de «los argumentos políticos estériles que nos han consumido durante demasiado tiempo ya no sirven»?.
Habrá decepcionado, sí, porque no llegó con un pañuelo al cuello ni infló su discurso con buñuelos de paz: «Estamos en guerra», dijo Obama. Y nadie podrá esperar de él que uno de estos días, en plena retransmisión de un partido de la NBA, el presidente interrumpa la programación para anunciar la retirada de las tropas de Irak. «No vamos a pedir perdón por nuestro estilo de vida, ni vamos a vacilar en su defensa, y para aquellos que pretenden lograr su fines mediante el fomento del terror y de las matanzas de inocentes, les decimos desde ahora que nuestro espíritu es más fuerte y no se lo puede romper».

Tolerancia, humildad, trabajo, esfuerzo, excelencia, patriotismo... «Ésa ha sido la fuerza silenciosa detrás de nuestro progreso durante toda nuestra historia. Lo que se exige, por tanto, es el regreso a esas verdades». La izquierda, hasta ahora, siempre había tenido claro qué era el progreso. Ha venido Obama a recordarlo: ‘El cambio que se necesita es el regreso’. La decepción de muchos es la noticia.

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2 Comments:

At 22 enero, 2009 03:44, Blogger Iñigo Azcorra said...

Como el metro patron de platino iridiado, es una clara referencia para medir la soberana desviacion de nuestra clase politica y sobre todo para evidenciarla frente la poblacion.

Nada mas llegar congela los salarios de aquellos que ganan mas de 100.000$ en la administracion y ordena revisar la actividad de los grupos de presion. Ilusionante.

 
At 22 enero, 2009 12:27, Blogger Anrole said...

Creo que el señor Caraballo ha asistido a otra toma de posesión y desde luego ha escuchado un discurso diferente. ¿Acaso hay algún tono de decepción en Zapatero? Por el contrario,`pocas veces se le habrá oido tan contento de ver que " se ha cerrado un ciclo de décadas" (desde Reagan, sin duda,), de que la sintonía del discurso es realmente socialdemócrata, de poder considerarse como el único y verdadero representatnte de B. Hussein (segundo nombre que enlaza con la Alianza de Civilizaciones) O.en Europa y prácticamente en todo el mundo. ¿Dónde está la decepción de Zapatero? Si tan preclaro líder se declara tan contento, está claro que Caraballo asistió a otra toma de posesión. Ya anticipó en la SER su triple receta para salir de la crisis: consumir, atender el gasto social y ayudar a B.H.O. para que él nos ayude a todos. Ponga más atención , Caraballo, y relea el discurso, que usted lo ha interpretado mal.

 

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