El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

24 mayo 2008

Parviflorum


Llegó sobresaltado hasta la puerta del despacho y pasó sin llamar. La palidez de Martín asustó a la consejera de Medio Ambiente. Abrió una carpeta de pastas azules y la dejó caer sobre la mesa. Dentro, el informe técnico con la noticia culpable de su estupefacción: “Hallada una planta en peligro de extinción dentro de una refinería de Cádiz”. La consejera miró el informe y volvió a mirar a Martín. “Una población estable de echium parviflorum Moench, que se creía extinguida de la provincia de Cádiz, vive sin problemas dentro de la refinería de Cepsa”. A cada párrafo volvía a mirar a su jefe de gabinete, que asentía sin decir nada, tragando saliva. “Se trata de una colonia de doscientos ejemplares de Echium parviflorum Moench, perteneciente a la familia de las borragináceas, que se diferencia de otras especies similares porque tiene los lóbulos del cáliz muy anchos en la base y una corola azul”.

Cerró la carpeta de golpe y colocó los brazos cruzados encima. ¿Cómo explicar que dentro de una refinería, que es el infierno de la ecología oficial, el anticristo del cambio climático, se había localizado la única colonia de Parviflorum? Allí, entre llamaradas de fuego y barriles de crudo; allí, en la atmósfera pesada del petróleo; allí, sin protección oficial; allí, sin avisar. “Una población estable”, “vive sin problema”, “dentro de la refinería”… La consejera repetía las palabras del informe, mientras se atusaba el pelo buscando una respuesta.

- “Qué ingrata es la naturaleza”, dijo al fin. “Tantos esfuerzos de concienciación de la ciudadanía por el desarrollo sostenible y las energías alternativas; tantas jornadas dedicadas a manifestaciones contra las nucleares y las industrias contaminantes, y fíjate cómo nos paga la naturaleza, como un aliado más de los enemigos de la biodiversidad. Pero superaremos este revés, ya verás…”

Cuando apareció la noticia en la prensa adicta, el titular provocó la reacción inmediata de los colectivos ecologistas. “La única colonia de Parviflorum, amenazada por la refinería”. Al día siguiente, la radio conectó en directo con la refinería para dar cuenta de la primera protesta ecologista. Se hicieron camisetas con el logo de aquella planta. Y pegatinas, y fondos de pantalla para móvil y ordenador. Un grupo de activistas se enfrentó a los trabajadores, los llamaban esquiroles y asesinos, y el subdelegado acabó enviando a los antidisturbios cada mañana. La consejera reaccionó con un primer paquete de medidas de obligado cumplimiento para la refinería. Disminución de gases contaminantes en un 50 por ciento, prohibición expresa de circular con barriles de crudo a menos de trescientos meros de la colonia, vallas especiales en un perímetro de doscientos metros… Cuando, un mes más tarde, se anunció el cierre de la refinería un escalofrío de emoción recorrió el cuerpo de Martín. Las políticas de sostenibilidad habían vencido a los caprichos de la naturaleza.

(Ficción sobre una noticia real: la aparición en una refinería de Cádiz de una planta en peligro de extinción).

Etiquetas: , ,

3 Comments:

At 24 mayo, 2008 14:26, Anonymous Anónimo said...

PARA EVITAR SER MANIPULADO
Hoy en día estamos asistiendo a intentos de manipulación con "supuestas soluciones, o medidas de prevención, urgentes ", ante supuestos o posibles males globales, siempre con la amenaza de que su no aceptación, conllevaría "daños irreparables".
Dichas propuestas medidas urgentes a todas luces no son inocuas, sino que nos ocasionan grandes costos económicos individuales, laborales y sociales, y, además, inmediatas restricciones en las libertades individuales y derechos fundamentales. A pesar de lo ya grave del aserto anterior, esto no sería lo peor, sino que lo peor sería un, a todas luces, grave y peligroso incremento del control y estructura de fuerte dominio estatal, sobre los ciudadanos, que permitiría fácilmente su conversión en súbditos. No son pues unas medidas sin consecuencias.
Esto podría ocurrir con reales o supuestos males globales que se podrían utilizar y/o crear o fomentar, o no evitar, al objeto de poder manipular, controlar y dominar a la población, pudiendo ser utilizados tanto como un "beneficioso" negocio (como el hambre en el mundo) o bien, en relación con el anterior, como una fuerte medida para que aceptermos ser restringidos flagrantemente en nuestros derechos fundamentales.
En muchos casos, se nos proponen medidas urgentes sin siquiera una confirmación del supuesto peligro, como sería el caso de una peligrosidad derivada del cambio climático, no confirmada ni por las teorías oficiales, pero, aún en el caso de que así fuera, dado que los ciudadanos no tenemos toda la información, ¿cómo podemos actuar frente a los supuestos peligros globales que pretenden contarnos?

La única solución para evitar ser manipulados con estas supuestas medidas urgentes, ante "supuestos males globales", o su posible, o bien confirmada existencia, es la respuesta racional. Sólo esto evita la manipulación ante la no posesión de gran parte de la información, o incluso ante una abundante información, nunca total, o incluso ante la confirmación de un gran global (ya se haya producido por negligencia, con intencionalidad, por causas naturales, u otras, o bien la mezcla de todas ellas).

La respuesta racional y no emocional tiene varias características.

1.- En primer lugar se encamina al bien global, abarcando a todas las personas y tiempos. En contraposición, la respuesta emocional, sin visión y/o manipulada, se encamina, como último objetivo, a un bien emocional, que consiste en un bien inmediato, y para unos pocos, lo cual siempre consiste en un bien superficial, no real, para esos cuantos . Su objetivo es chato: sin visión global ni en mayor profundidad.
2.- Utiliza medios correctos en sí mismos. No incluye por ejemplo la vulneración de derechos fundamentales, ya que dichos derechos no son un lujo, sino que, como dice el calificativo, son fundamentales, es decir, que sin ellos, no hay ni desarrollo vital de persona, y por ello tampoco de sociedad; sin ellos no hay nada, con lo cual su vulneración no serviría como solución de ningún supuesto mal global.
Esto se ve claramente con la jerarquía de objetivos; tratar el "supuesto cambio climático" (sin entrar a discutir su no existencia o lo que muchos llaman la gran estafa), nunca puede ir en contra del bien de la humanidad y de la naturaleza, igual que nadie se quita el corazón para curarse del infarto. Por encima de todo, toda solución válida tiene que encaminarse al objetivo mayor, de bien real para toda la humanidad de todos los tiempos. Por supuesto que este bien real para toda la humanidad no tiene nada que ver con los supuestos bienes globales, siempre etéreos, con los que se pretende manipular y echar por tierra los derechos fundamentales de las personas. En este sentido, el único bien común válido, es el bien de todos y de cada uno, es decir el bien real de todos, y no un "supuesto bien", a costa del bien real de todos, que sólo satisfaría, en todo caso, intereses superficiales, que tampoco bien real, de unos cuantos.
3.- Las medidas idóneas siempre respetan la naturaleza, nunca son "inventadas", creyendo que es mejor actuar que no hacer nada, con la amenaza, y la inducción al miedo, sobre una no actuación inmediata.
4.- Las medidas idóneas siempre van al origen del problema y su solución. En este sentido, si hay un problema, veo una medida que nos da seguridad a todos, el hacer un ejercicio de búsqueda de responsables, para evitar el grave riesgo de manipulación, que nos pone en grave riesgo de control global a todos, y, con ello, una sana asunción de responsabilidades.
No podemos permitir que no se asuma ninguna responsabilidad y que el supuesto responsable nos presente una solución "inventada", o supuesta solución de eficacia desconocida, para supuestos males, que se escapan a nuestra confirmación, y en los que, en muchos casos, ni ellos confirman, sino que tan sólo sospechan su existencia, como ocurre con el caso del cambio climático (en noticias favorables a dicha hipótesis, si uno lo lee, hablan del cambio climático y de medidas al respecto, pero sin confirmarlo). En cualquier caso, no es de recibo que los, en principio, intervinientes en la responsabilidad de supuestos males nos presenten soluciones mágicas de obligatoria instauración inmediata: es una total contradicción, y su aceptación nos pone en grave riesgo a todos.

 
At 24 mayo, 2008 18:22, Blogger Lopera in the nest said...

¿Pero que les das Javier?

 
At 25 mayo, 2008 01:22, Blogger Pasión said...

La realidad supera a la ficción.

En Andalucía no se para de incrementar sus estructuras de poder y burocracia. Inútiles que convierten a Andalucía en un moustruo nada sostenible.

Operan como órganos legislativos, para justificar su existencia, aprueban leyes innecesarias, están obsecionados/as con incrementar su poder, son ya enormes estructuras injustificadas y costosas, impuestas por políticos/as a Andaluces/as/os que no las necesitamos.

Inútiles gobiernos provinciales, radicados en las diputaciones, con miles de instituciones y empresas públicas y con legiones de servidores/as contrados para incrementar el clientelismo.

La "sostenibilidad", que las administraciones predican como panacea e imponen al sector privado, es una falacia.

El Estado español es el menos "sostenible" de la Unión Europea y uno de los más costosos de todo el Occidente Democrático. Sólo es superado por algunas repúblicas bananeras americanas, como Cuba, y por unos pocos Estados subderrollados del Tercer Mundo asiático o africano.

 

Publicar un comentario

<< Home