El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

21 febrero 2006

Inercias

Los ecologistas quieren que la Junta de Andalucía derribe el súper hotel que se alza chulesco a las espaldas del Parque natural del Cabo de Gata, en una ladera frente al mar, y no saben, los muy ingenuos, que el propietario de aquellos ladrillos tiene a su favor la inercia de los tiempos.
El soplo de la inercia es un silbido potente que señala el camino a seguir. Y por la fuerza de la rutina andaluza, por los raíles de la ineficacia y el partidismo, se mueven a diario los acontecimientos más inexplicables. Como éste del Algarrobico, una mole inmensa a dos palmos del Mediterráneo.

Vamos a ver. Los ladrillos del Algarrobico no han comenzado a ponerse hasta el año 2003, pero la hegemonía socialista que lo tendría que haber evitado lleva veinticinco años en el poder. O sea. En los periódicos de hace diez años se podrá observar cómo la Junta defendía que el hotel podía construirse porque se había excluido del parque natural. Quizá por eso, cuando en 1997 se aprobó en Madrid una Ley de Costas que hacía inviable el proyecto, la Junta de Andalucía jamás quiso aplicar los deslindes que lo hubieran hecho inviable. Claro que aquella Ley la aprobó un Gobierno del PP y a lo mejor por eso... Quiá.

Esa misma inercia ciega, el interés de partido, hizo que no se oyera ninguna voz de protesta en el Gobierno andaluz cuando, años después de entrar en vigor la Ley de Costas, el Ayuntamiento de Carboneras, también gobernando por el PSOE, le concedió la licencia de obras. No sólo eso; además le aplicó las exenciones municipales al desarrollo económico. Vamos, que, por lo que se cuenta, el propietario de la mole hotelera no tuvo que pagar ni un céntimo del millón de euros al que ascendía la licencia de obras.

Hasta octubre del año pasado se pueden encontrar en las hemerotecas declaraciones de la consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, «advirtiendo» de que aquel hotel, aquel despropósito, tiene «derechos consolidados desde antes de la declaración del parque»; que hay que «respetarlo» porque «cuenta con todas las bendiciones de las leyes».

¿Qué ha cambiado ahora? Ha cambiado el Gobierno de la nación y la nueva ministra socialista, Cristina Narbona, ha hecho ver a la consejera el incumplimiento flagrante de la normativa de costas. Por eso la consejera, como si no tuviera competencia en el asunto, como si no las hubiera tenido hasta ahora, se limita a contestar que la demolición depende del Ministerio.
La inercia, en fin, está a favor de la mole. Y en contra de la lógica, de la ley y del medio ambiente.

De esos monumentos ya tenemos algunos en Andalucía. ¿Por qué la Junta iba a ordenar el derribo del hotel de Almería si tiene más papeles y es más legal que, por ejemplo, el complejo turístico de Montenmedio, de un amigo de Felipe González? Pensará el dueño del Algarrobico que, si la Junta no cumple ni las sentencias del TSJA, porqué iban a aplicarle a él, y a estas alturas, una simple Ley de Costas. Inercias, sí, un círculo vicioso imposible de salvar.

1 Comments:

At 14 julio, 2007 15:26, Anonymous Anónimo said...

Os informo de la campaña de firmas "Hotel del Algarrobico: demolición ya", organizada por la Asociación de Amigos del Parque Natural de Cabo de Gata-Ecologistas en Acción.
Podeís leer toda la información sobre la campaña y descargar hojas de firma en:
http://www.cabodegata.net/esfirmas.html

Es muy importante presionar las Administraciones para que hagan cumplir la ley

 

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