El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

15 febrero 2006

Fulla

Fulla está arransando en el mundo árabe. Además de barata, quince euros, Fulla es la encarnación de una consigna:"No hay que modernizar el Islam sino islamizar la modernidad", dicen. Fulla es, en fin, una muñeca, una Barbie “decente” de acuerdo a la estricta doctrina del islam. Al contrario que la de aquí, no existe la ‘Fulla modelo’, la ‘Fulla deportista’ o la ‘Fulla astronauta’. No. Sólo existe un modelo de muñeca ataviado con el velo islámico y la falda hasta los pies. Fulla sólo pasea con sus amigas, no tiene novio y en la caja se incluye hasta una alfombrita para que no se le olvide rezar.

Los teletipos trasladaban hace unos días el estado de euforia desatado."Parece que este objetivo (islamizar la modernidad) avanza a grandes pasos. La misión se está cumpliendo no sólo en el terreno político sino también en la cultura pop occidental”. Así, la Coca Cola se transforma en 'Mecca Cola', los cómic de superhéroes se adaptan a los valores del Islam, y hasta las series televisivas de éxito, como Sexo en Nueva York, se pasan por el tamiz de la moral islámica: “Las chicas de Riad”.

Conviene detenerse un momento en ese concepto de “islamizar la modernidad”. Si se trata sólo de una adaptación a la cultura, a las costumbres y a los gustos propios, nada se puede objetar. La historia del mundo, y la andaluza en particular, establece justamente esa tendencia a la fusión de civilizaciones. Siempre acaban imponiéndose las costumbres y modas del imperio dominante, pero sin que desaparezcan totalmente las primitivas.

Pero, ¿es sólo la adaptación cultural a la modernidad lo que se persigue? Y más allá, ¿se aceptaría lo contrario, que también en occidente se fomentara la modernización del islam como fórmula de convivencia?

Tras lo ocurrido con las dichosas viñetas de Mahoma, está claro que no parece que sea así. Es decir, que el objetivo de islamizar la modernidad vale tanto para dentro como para fuera de los países musulmanes. Y occidente, antes que imponer siquiera sus propias reglas del juego del Estado de Derecho, acaba aceptando la disculpa y la condena como mal menor. Ocurre, sin embargo, que sólo para el que quiera ver, ya están trazados en el horizonte los nuevos retos para islamizar nuestra modernidad.

Tres ejemplos breves. Uno: El viernes pasado, la comunidad islámica reclamó al Gobierno que sus mujeres puedan aparecer con velo en las fotografías de los documentos oficiales españoles, como el DNI o el pasaporte. Dos: Hace un par de semanas, la comunidad islámica andaluza reclamó al SAS la gratuidad de las operaciones quirúrgicas a los hijos de musulmanes que opten por hacerse la circuncisión. Y tres: El Congreso debate hoy una proposición no de Ley, firmada nacionalistas vascos y catalanes, en la que se insta al Gobierno “a la progresiva implantación a partir del próximo curso de la lengua árabe y tamazight en los centros docentes y al reconocimiento de la identidad cultural del pueblo bereber en Ceuta y Melilla”.

Modernizar el islam o islamizar la modernidad. Y ha sido una muñeca la que nos ha destapado el debate. Ay Fulla, cuánto representas.

2 Comments:

At 16 febrero, 2006 09:16, Anonymous Anónimo said...

No sé, pero esta muñeca también me recuerda al tipo de mujer que propone y critica el arzobispo de Valencia en su hoja parroquial.

¿Quizá no estamos tan lejos de otras culturas como creemos? Al menos en cuanto a religión y sumisión de la mujer se refiere.

 
At 16 febrero, 2006 10:05, Anonymous Anónimo said...

El comentario de arriba de Fumando Espero me parece que clama al cielo. Si a usted le parece que es lo mismo, digaselo a las mujeres españolas que no estamos obligadas a llevar burka ni velo. ¿Como que no estamos tan lejos unas culturas de otras? Sabe usted lo que esta diciendo, pienselo un poquito por favor que estamos hablando de libertad, de nuestra libertad. El obispo de Valencia puede ser un soplagaitas, pero ni hace la doctrina ni impone nada. Se limita a dar su opinion que, en eso estoy de acuerdo con usted, es una soberana tonteria. No importa el obispo sino la iglesia catolica, que hace ya siglos que supero el debate sobre los estados teocraticos. En fin, sin mal rollo, un poquito de por favor con tanta frivolidad. Lo digo de buen rollo, eh?? No diga que las mujeres españolas tenemos las mismas libertades que las musulmanas porque esta usted ofendiendonos a ambas.

Paula.

 

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